El triángulo estéreo es un concepto de reproducción de audio en el que los dos altavoces de un sistema estéreo y el oyente forman un triángulo equilátero. Los altavoces se colocan en los dos extremos del "triángulo" y el oyente en el centro. Esta configuración suele considerarse la posición de escucha ideal para un sistema estéreo.
Es importante mantener el triángulo estéreo para obtener una imagen espacial y una reproducción del sonido óptimas. Si los altavoces están demasiado cerca o demasiado lejos, la imagen estéreo puede ser deficiente. Si los altavoces están demasiado lejos del oyente, es posible que el sonido no se perciba con la misma claridad y precisión que si estuvieran colocados de forma óptima.
Otro factor es la orientación de los altavoces. Deben estar orientados hacia la posición de escucha. Si los altavoces están orientados hacia dentro o hacia fuera, también puede producirse una imagen estéreo más pobre.
En general, mantener el triángulo estéreo puede suponer una gran diferencia en la calidad del sonido y la experiencia auditiva. Sin embargo, otros factores, como la acústica de la sala y la calidad de los altavoces, también son importantes para obtener una calidad de reproducción óptima.
